¿Pensaste alguna vez que Dios te llamó para ser el puente entre el mensaje de salvación y las personas?
Cuando una hermana dice: "Vamos a visitar", surgen en nuestra mente frases como: Creo que no es mi don, ¿Estoy capacitado?, ¿Pero que voy a decir?, ¿En qué tiempo? ... A raíz de nuestra inseguridad las visitas han dejado de tener urgencia del evangelio y se han transformado en una mera visita social en la que hablamos de moda, economía, los problemas de nuestros hijos, quejas hacia familiares, etc. Quizás esté pensando " a mí nadie me enseñó a visitar"... que bueno sería si alguien lo hiciera! en este artículo queremos orientarle y darle algunos consejos:
QUE DEBE HACER:
- Confeccionar una lista de las personas que visitará
- Orar por cada nombre presentándolo ante el trono de Dios
- Realizar visitas de a dos
- Llevar algo sencillo para regalar (puede ser un libro de devocionales, pan de vida, un libro cristiano, una pergamino, etc)
- Diríjase a la persona por su nombre
- Sea positivo y amable
- Evite discusiones y las críticas
- Escuche, escuche, escuche
- De siempre una palabra de esperanza de acuerdo a la situación que viva la persona
- Siempre ore por la persona al finalizar la visita
- Recuérdele que en Jesucristo hay victoria
QUE NO DEBE HACER
- No hablar sólo usted
- No usar palabras difíciles, ni eclesiásticas
- No extender el tiempo de la visita
- No hacer promesas que no pueda cumplir
- No mirar el reloj constantemente
- No diga: Que mal estás! ni se lamente por su condición
- No cuente sus problemas
- No visite a una persona al día siguiente de una cirugía mayor
- No hable en voz alta
- No se siente sobre la cama, si la persona está en descanso
- No tome como algo personal si la persona resulta ser negativa por su situación o enfermedad
- No critique al médico ni el tratamiento prescrito
- No olvide su condición de mensajero de Dios
"El hombre hace muchos planes, pero sólo se realiza el propósito divino"
Proverbios 19:21 V.P.
Proverbios 19:21 V.P.
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